08 Jun 21

Desde los servicios en la nube hasta la pizza como servicio

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Hace relativamente poco, las empresas debían fiarse de servidores y sistemas instalados en sus propios locales. Si necesitaban más capacidad, había que montar un servidor nuevo. Y eso podía tardar semanas. Además, después requería mantenimiento, actualizaciones mediante parches y capacidad para escalar el sistema a medida que la empresa fuese creciendo en los años siguientes. Se trataba de algo complicado y muy costoso, el tipo de proyecto que asusta hasta al más curtido de los jefes de TI.

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Pero luego llegó la informática en la nube, con la promesa de simplificar los procesos tecnológicos, porque sacaría todas aquellas infraestructuras y cableados tan fastidiosos de las salas de servidores y los pondría en la nube. O sea, que estarían en otro lado, básicamente en servidores propiedad de otras compañías, a los que la empresa cliente accedía mediante Internet. La cosa no terminó así. Como ya señaló Marc Andreessen, "el software está devorando el mundo" y la nube le servía los bocados en bandeja de la plataforma local y la propia interna de cada empresa, además de suculentos platos de los mercados de software y almacenamiento. En suma, la nube se hacía gigantesca, cada vez más presente en nuestras vidas cotidianas.

¿Qué aporta la informática en la nube a los negocios?

Con cada año que pasa, se hacen más evidentes las limitaciones de la infraestructura de TI tradicional. En la actualidad, a muchas empresas les cuesta adaptarse a los cambios de los mercados. Además, las nuevas tendencias dominantes y sus entornos tecnológicos son ineficientes a la hora de detectar y responder a tales cambios.

La computación en la nube nos libra de actividades de gestión no esenciales, para así podernos concentrar en lo que cada empresa o negocio sabe hacer mejor. Puede ser consumir un torrente inacabable de programas de TV y películas en Amazon Prime, vender equipaciones deportivas en Shopify como hace Gymshark, o bien, en el caso de Uber y Netflix, utilizar soluciones como AWS (Amazon Web Services) para alojar aplicaciones y datos.

Los servicios basados en la nube proporcionan una infraestructura de TI mucho más fiable y fácil de adaptar en términos de escala, concebida específicamente para galvanizar el rendimiento del negocio y servir de apoyo al desarrollo, la expansión y el crecimiento, a fuerza de escalabilidad y elasticidad. Ante el predominio actual y futuro de la incertidumbre, cada vez es más importante contar con un modelo de infraestructura que permita a los negocios adaptar su escala (para hacerla mayor o reducirla) de acuerdo con las fluctuaciones de la demanda. ¿Que necesitamos más capacidad de almacenamiento? Pues bastaría con subir de nivel el plan de servicios de AWS. ¿Que además de Photoshop necesitamos Premier Pro? Pues actualizamos el plan de suscripción de Adobe Creative Cloud. Este paradigma nos permite pasar de un modelo de costes CAPEX que se deben abonar por adelantado a otro modelo OPEX de gastos recurrentes.

En su estadio inicial, los servicios en la nube se podían dividir en tres categorías fundamentales:

1. Infraestructura como servicio (IaaS, Infrastructure as a Service): servidores, almacenamiento, firewalls y seguridad de redes, centros de datos. El equivalente virtual de un centro de datos convencional.

2. Plataforma como servicio (PaaS, Platform as a Service): IaaS + sistemas operativos, herramientas de desarrollo, administración de bases de datos y análisis de negocios.

3. Software como servicio (SaaS, Software as a Service): IaaS + PaaS + aplicaciones o apps alojadas

[El mundo ha dado la bienvenida a la nube, si alguien no se lo termina de creer, que le pida a la persona más joven de la familia que entre en su cuenta de Netflix y lo vea. Además, la nube seguirá evolucionando hacia una mentalidad de modelo de servicios cada vez más fragmentado, como ya describía someramente en mi artículo anterior].

Junto con los estándares IaaS y SaaS, la tecnología de plataforma como servicio es uno de los tres niveles primarios de la computación en la nube, que en nuestros días permite a las empresas reorientar recursos que antes dedicaban a hardware de TI, software y gastos de personal, para centrarlos en otras necesidades del negocio. En el Reino Unido, el mercado de la nube abierto al público generó aproximadamente 12 300 millones de dólares de ingresos en 2020. De acuerdo con el estudio Technology Market Outlook, se prevé que los ingresos de ese mercado crezcan hasta alcanzar alrededor de 23 800 millones en 2025. El volumen del mercado de IaaS fue de 67 000 millones en 2020 y se espera que en 2021 crezca un 26,9 %. Se calcula que, en 2022, el mercado de PaaS en solitario llegará a los 71 000 millones (según las cifras de statista.com).

Muy bien, pero todo esto, ¿me afecta a mí, la persona consumidora? ¿En qué me beneficia que se opte por estos servicios?

Vamos a recordar una analogía muy famosa, que planteó Albert Barron en 2014: la "pizza como servicio". Nos servirá para descomponer los ingredientes de la receta que hace tan deliciosa e irresistible la propuesta "como servicio":

  • En local (físico) : al igual que sucede cuando nos preparamos una pizza en casa, haciendo la masa desde cero, tenemos que abastecernos de todos los ingredientes, amasar y hornear con nuestras propias herramientas y equipos, para después servir el resultado en la mesa, acompañado de bebidas. Por no mencionar que habrá que fregar los platos. Ejemplo: Una sala de servidores escondida en una esquina de la oficina. Podemos darle la forma que más nos apetezca, pero habrá que invertir en los equipos y la infraestructura, limpiar los destrozos y mantener los sistemas en funcionamiento por nuestros propios medios.
  • Infraestructura como servicio : Compramos una pizza precocinada, lista para calentarla y añadir algún complemento si queremos personalizarla a nuestro gusto. Ejemplo: Un proveedor de IaaS como AWS (Amazon Web Services) es el responsable de toda la infraestructura. Nosotros tan solo seríamos responsables de instalar y mantener las apps y los sistemas operativos. Para administradores de sistemas.
  • Plataforma como servicio : La pizzería concibe, propone y hornea la pizza en sus instalaciones. Tan solo debemos acudir a recogerla o solicitar que nos la envíen a casa. Ejemplo: Alguien se ocupa de gestionar servidores, actualizaciones de sistemas operativos, parches de seguridad y copias de seguridad en nuestro nombre. Entonces nos podemos centrar en el desarrollo de apps y la recogida y análisis de datos sin preocuparnos por la infraestructura, el middleware ni el mantenimiento de los sistemas operativos. Por ejemplo, para construir nuestro software en una plataforma como puede ser Heroku. Para desarrolladores.
  • Software como servicio : En este caso, nos llevamos a toda la familia a un restaurante donde su personal cuida de todos los servicios. Así que nuestra única misión es disfrutar de la experiencia sin pensar en los platos que esperarán en el fregadero. Ejemplo: Podemos suscribirnos para que alguien nos proporcione el software directamente, como hacemos con Netflix, Instagram, Zendesk y PayPal, para "consumir" un producto o servicio. Para usuarios finales.
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pizza as a service 1
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En el diagrama de arriba, de izquierda a derecha, vemos que el proveedor de servicios va eliminando grados de complejidad para los usuarios que se encuentran después de él en la cadena:

1. Administradores de sistemas > 2. Desarrolladores > 3. Usuarios finales.

De esta manera, los usuarios de cada etapa se pueden centrar en sus competencias primordiales, sin perder tiempo pensando en los costes y las dificultades de gestionar los servicios situados por encima de su labor en la cadena de generación de valor:

1. Administración > 2. Desarrollo e integración > 3. Consumo

¿Cómo se aplica el modelo "como servicio" al mundo de los pagos?

El reciente Informe sobre pagos globales 2020 de McKinsey aborda las oportunidades que los pagos como servicio (PaaS) pueden aportar al cambiar el modelo operativo para la banca:

"Externalizar toda la pila de pagos al completo ya es una posibilidad. Ha surgido una nueva generación de proveedores de tecnologías que permite a las entidades bancarias expandir y modernizar rápidamente su cartera de productos de pago sin incurrir en altos costes iniciales de inversión. Los actores del estándar de pagos como servicio (PaaS) controlan y manejan plataformas de vanguardia basadas en la nube, que ofrecen servicios especializados: emisión de tarjetas, compensaciones de pagos, pagos internacionales, desembolsos y pasarelas de comercio electrónico".

En Ingenico nos dedicamos a construir una plataforma de pagos como servicio (PPaaS) de primera categoría mundial, basada en la nube, que permita a nuestro ecosistema de clientes, integradores y socios colaboradores ofrecer a comerciantes soluciones de pagos y comercio a la última, disponibles en cualquier momento y lugar. Esta solución pretende tomar como una de sus bases nuestro modelo TaaS (Terminal como servicio), que aúna un completo catálogo de servicios que abarca todo el ciclo vital de un terminal de pagos, desde la instalación hasta su tratamiento al fin de su vida útil.

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PPaaS
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Recuperemos ahora la analogía de la pizza: dar el salto a la plataforma de pagos como servicio potencia la capacidad de Ingenico para proporcionar un menú de valores y servicios mucho más apetitoso y variado para los clientes.  El estándar TaaS asegura la infraestructura que presta apoyo a los servicios en torno al hardware de pagos, pero PPaaS constituye el destino final de toda esta evolución, que acompaña a los terminales presentes en las tiendas de los vendedores y comerciantes, desde la cuna hasta la tumba, durante toda su vida útil. Transforma la perspectiva: de centrarse el "terminal" a hacerlo en la "cadena de valor" de la actividad que presta servicio a los clientes, de una forma mucho más global y holística. Un concepto donde trabajamos para liberar el verdadero potencial del hardware, el software y las funciones de soporte técnico.

¿Cómo hacer realidad un ecosistema de pagos ágil?

En un mundo en constante transformación, que parece cambiar cada vez más velozmente y de formas más inesperadas, son cruciales la preparación y la capacidad de adaptación. Si los modelos de negocio, las preferencias de la clientela, las fuerzas externas, las inquietudes relacionadas con la seguridad o las normativas vigentes sufren alteraciones, es necesario poder adaptarse rápidamente y superar estas dificultades sin que la actividad sufra interrupciones bruscas ni ralentizaciones que le resten fuerza.

Pensemos en los coches eléctricos de Tesla. Como cada coche va equipado con una conexión de datos, pueden recibir actualizaciones de software que permiten exprimir su rendimiento. Cuando los ingenieros encuentran un modo más eficaz de administrar la carga de la batería, si un cliente desea disfrutar del paquete de conducción totalmente autónoma, lo único que tiene que hacer es realizar una actualización de software remota. Eso se traduce en menos visitas a las estaciones de recarga, en automóviles que aumentan su valor (en lugar de depreciarse) y en clientes más satisfechos.

La plataforma PaaS es el vehículo de Ingenico para aportar valor. No solo cuando se le entrega un nuevo terminal a un comerciante, sino en cada etapa de su ciclo de vida, con un amplio ecosistema de servicios, actualizaciones y funciones de gestión del parque de dispositivos que añaden más valor. El modelo proporciona un entorno donde es posible gestionar los servicios de forma más centralizada, lo cual permite a los administradores de los parques de dispositivos ofrecer valor a sus clientes, porque pueden adaptarse para cambiar y responder a las necesidades que les planteen de manera más flexible y veloz. Reduce el riesgo que supone tener que acertar en todos los detalles desde el primer día y dota al ecosistema de agilidad por su forma de personalizarse y ofrecer valor.

Y cuantas más posibilidades tenga el comerciante o vendedor de gestionar el producto, el servicio y el entorno, más se podrá relajar el cliente para concentrarse únicamente en paladear esa pizza a la medida de su gusto…

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pizza as a service 2
Author
Stuart Ruthven

Stuart Ruthven

Jefe de proyecto de Servicios y soluciones de terminales, región EMEA, en Ingenico

Stuart Ruthven es jefe de Participación de proyectos y clientes, con la misión de prestar apoyo a la hoja de ruta de Gestión de parques de dispositivos y hacer realidad proyectos que revelen y exploten más valor para operaciones internas y clientes. Con más de 13 años de experiencia en entornos de consultoría, tecnología y start-ups, hoy Stuart está centrado en llevar la innovación a una larga serie de proyectos de gestión de cambios y transformaciones.

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